Mi perrito negro

Parece como si nunca hubiera vivido lo que llevo viviendo estos últimos meses, como si nunca ese pequeño hubiera formado parte de mi vida, como si nunca lo hubiera sacado a pasear, a durado tan poco, no ha llegado a un añito y me parece tan injusto que a la cosa que mas he querido y que cada día me sacaba una sonrisa se haya ido sin poder despedirme. Pensareis que estoy exagerando pero no,  y los que tengan mascota y sobre todo perros lo sabrán, esos pequeños animalillos , y otras veces no tan pequeños, nos hacen la vida más feliz, siguen a nuestro lado a pesar de que le riñamos algunas veces, y aunque se asusten siempre vuelven, cuando nos ven tristes y con lagrimas en la cara, se  acercan  y nos invitan a jugar con ellos, para seguir adelante. Pero llega un momento, como todo en esta desgraciada vida, que se acaba,  y entonces sientes como ti te arrancaran de cuajo un pedazo de tu corazón, extrañas sus pasitos por los pasillos, sus ladridos, sus llantos para que lo cogieras o cuando estaba comiendo y se ponía debajo mía para que le echara comida, y ¿como resistirme a esa carita que me ponía?, pero lo que me pesa es que  no veré mas esa carota , que ya no le cogeré mas y le abrazaré. Solo deciros que para eso tenéis que estar muy preparados, porque verdaderamente DUELE.

TE QUIERO CHICO!